Porqué el submarinista necesita un sistema de calentamiento?
El frío es, para muchos submarinistas, un factor
limitante a la hora de bucear, sobre todo durante los meses de invierno.
Si bien es cierto que en el mercado hay una amplia oferta de trajes de
buceo que nos protegen de la bajas temperaturas también es verdad que en
los meses más fríos muchos buceadores aparcan su equipo a la espera de
que regrese el calor. Los que quieren seguir sumergiéndose a pesar del
rigor invernal tienen una nueva alternativa a los trajes secos y a los
gruesos trajes de neopreno:
los chalecos calefactables.
Cuando
la temperatura del ambiente que nos rodea disminuye, el cuerpo inicia
una serie de mecanismos para reducir la pérdida de calor: se produce
una vaso-constricción periférica reduciendo el riego sanguíneo en las
extremidades y concentrándolo en las zonas vitales como la cabeza y el
tronco. Por esta razón cuando hace frío lo primero que se enfría son los
pies y las manos. Si el enfriamiento persiste se suceden una serie de
mecanismos que nos conducen a la hipotermia (ganas de orinar, tiriteo,
etc). Es importante no llegar nunca a extremos severos de hipotermia
pues podemos correr un gran riesgo. Para evitar este enfriamiento
bastará con mantener nuestra temperatura exterior lo más próxima a
nuestra temperatura corporal (aprox: 36-37ºC), si no es posible hacerlo
en todo el cuerpo, será suficiente hacerlo en las zonas donde se produce
la regulación térmica del organismo, como la columna vertebral.